CARACTERISTICA Y PARAMETROS PARA LA COMPRA DE COMPUTADORES

Cuando vamos a comprar un ordenador, y nos fijamos en un modelo que nos llama la atención, nos encontramos ante una lista de especificaciones técnicas de todo tipo: procesador, disco duro, memoria RAM, tarjeta gráfica… Un montón de términos, siglas y números que quizá no nos digan nada. ¿Cuál es mejor? ¿Qué me conviene más? Muchas son las dudas que pueden surgir cuando estamos pensando en comprar un ordenador.

En Tecnología de tú a tú os queremos ayudar con vuestra compra. Para ello, hemos preparado esta guía en la que os explicaremos cuáles son los principales componentes de un ordenador, y qué es lo que tenéis que tener en cuenta. No olvides que, si lo que queremos es actualizar y mejorar el rendimiento de nuestro PC, también os ofrecemos una guia de componentes para PC. Además, al final de la guía os dejamos una serie de perfiles para que, según el uso que vayamos a darle, nos fijemos más en unos elementos que en otros. Hecha esta introducción, comencemos con los conceptos básicos. 

PRINCIPALES COMPONENTES

Procesador

El corazón de un ordenador. Este componente es básico y por tanto debemos seleccionar bien cuál cogemos. Un procesador, explicado de forma breve y sencilla, es la parte que se encarga se ejecutar el sistema operativo y las aplicaciones. El rendimiento puede variar bastante según el modelo que cojamos. En las fichas de los procesadores siempre nos encontraremos dos datos: la velocidad y el número de núcleos.

Lo importante a la hora de elegir un buen procesador es saber qué uso vamos a darle. Si es un uso de poca intensidad (navegar por internet, escribir documentos) con un procesador de doble núcleo a 2Ghz tenemos suficiente. Si vamos a usarlo para juegos, y de forma más exhaustiva, los cuatro núcleos a 2GHz son una buena opción. Finalmente, si vamos a hacer un uso más profesional o muy específico, nos conviene escoger cuatro núcleos con más GHz de velocidad.

 

 

Disco duro

Continuamos con otro elemento fundamental. En el disco duro es donde se almacena toda la información de nuestro ordenador, incluyendo el sistema operativo y sus aplicaciones. En este caso nos tendremos que fijar en dos datos: la velocidad de escritura y la capacidad. El primero nos indica, en revoluciones por minuto, cuánto tarda en escribir archivos y moverlos. En principio con 5400 rpm tenemos suficiente para el uso cotidiano pero si podemos conseguir mayor velocidad mucho mejor

En cuanto a la capacidad de almacenamiento tenemos que tener en cuenta qué uso vamos a darle. Si vamos a almacenar muchos archivos nos conviene tener al menos 500 GB. Si no vamos a guardar muchos datos podemos optar por escoger un disco más pequeño. Si queremos un arranque rápido quizá nos convenga coger un disco de memoria sólida. Un consejo: si cogéis un disco duro de mucha capacidad haced dos particiones para separar los archivos del sistema de los datos personales tipo fotos y música. Os evitaréis más de un disgusto.

Recordad, que siempre podéis optar por utilizar unidades externa para volcar información y llevar con vosotros a cualquier lugar. Si quieres más información sobre discos duros internos y externos, en tecnología de tú a tú tenemos una guia para ayudarno con nuestra elección.

 

 

Memoria RAM

La RAM es un tipo de memoria que utiliza el procesador para volcar de forma temporal cálculos para hacer funcionar las aplicaciones. Con los años la calidad ha ido mejorando bastante, y a día de hoy es fácil encontrar RAM a un precio bastante asequible. Si vamos a usar un ordenador para lo básico, con 4 GB tenemos más que suficiente. Para los más exigentes con 8 obtendrán un buen rendimiento, y finalmente, para usos profesionales, la cantidad puede variar en función de la tarea que vayamos a realizar. 

A la hora de ampliar la RAM ya sea un portátil o un ordenador de sobremesa, tenemos que fijarnos bien si tenemos ranuras libres en la placa base. Normalmente los equipos de mesa vienen con un hueco libre para meter más. En el caso de los portátiles depende del modelo. Recordad siempre que la tasa de transferencia de datos (DDR) de la RAM debe ser la misma que la que acepte la placa base.

 

 

Tarjeta gráfica

De forma popular se suele asociar la tarjeta gráfica a los juegos. No obstante, esto no es del todo cierto. Este elemento es el que se encarga de procesar toda la información producida en la CPU (es decir, el procesador) y enviarla a un dispositivo de salida, por ejemplo un monitor. De este modo, elegir una tarjeta conveniente es muy importante ya que es quien nos mostrará lo que vamos a ver en la pantalla.

Muchos fabricantes optan por introducir tarjetas integradas en la placa base (por ejemplo Intel) que, para el uso básico, son más que suficientes. Sin embargo, siempre que podamos (especialmente si tenemos pensado jugar, ver vídeo en alta definición o trabajar), debemos optar por una tarjeta gráfica independiente. Tanto ATI como Nvidia tienen grandes modelos, fijaros bien en la memoria de cada una.Normalmente con 1GB o 2GB tendremos suficiente para tener el equipo al día durante al menos un par de años.

 

 

Conectividad

Las placas bases y la tarjeta gráfica cuentan con una serie de salidas, conectores, que nos permiten conectar diferentes periféricos. Desde los básicos como el teclado, el ratón y el monitor a otros más específicos como los puertos USB. A la hora de fijarnos en qué conectores lleva nuestro ordenador tenemos que tener en cuenta qué vamos a utilizar y qué utilizan nuestros dispositivos. De nada vale tener una pantalla con entrada HDMI si nuestra tarjeta gráfica no cuenta con ella.

En cuanto a las salida de vídeo, a día de hoy todas las tarjetas gráficas en los equipos de sobremesa cuentan con salida DVI. Este tipo de conector es capaz de mandar señal en alta definición a un monitor. Si queremos más calidad, especialmente para los juegos, la mejor opción es un cable HDMI. La mayoría de los portátiles cuentan con una salida VGA la cual podemos usar para conectar otro monitor o bien a un proyector, por si tenemos que hacer presentaciones en clase o el trabajo.