CONCEPTO DE TECNOLOGO

Es el hombre o la mujer  que domina y comprende la tecnología. Es el ingeniero formado doblemente, en las fuentes del conocimiento científico por una parte y en el saber hacer empírico de la práctica por la otra. En esta última, el tecnólogo es de alguna manera el hijo natural de la ciencia y de la técnica. Él sabe por qué la técnica funciona, al menos para aquel que está versado y formado científicamente. Conoce también las vueltas de la vida debido     a su experiencia. Sabe igualmente distinguir lo que es factible de lo que no lo es, sabe evaluar lo que será económicamente esperable, lo que será dominable a gran escala    de lo que no lo será. Es capaz de maravillarse ante un modelo  de laboratorio,  pero  sabe permanecer prudente en las condiciones de paso a escala real y más todavía a   las escalas del estadio industrial.

El tecnólogo tiene igualmente la capacidad de contribuir a mejorar la tecnología y la organización existentes, mediante pequeños retoques, de manera continua.  Se trata pues de innovaciones incrementales, poco a poco, que alimentan el progreso continuado al estilo “Kaizen” de la calidad total y que pueden descansar sobre el concepto de producto o, más allá, sobre el proceso de fabricación y sobre el sistema de producción de la cadena  logística.

En resumen, el tecnólogo puede contribuir a generar ideas nuevas gracias a su conocimiento de las opciones tecnológicas y de los progresos del  conocimiento científico. Pero será más productivo en este papel de aportador de ideas si ha estado previamente en contacto con las necesidades del mercado. El tecnólogo es particularmente útil para evaluar las ideas no importa de  dónde  vengan,  para comprobar la factibilidad tecnológica y para  cercar  el  potencial.  Él  es  indispensable para proceder al desarrollo de aquellas  ideas  retenidas,  obteniendo  el objeto  a partir  de un proyecto de innovación. A partir de aquí, será indispensable para mejorar progresivamente la puesta en marcha mediante una especie de “derecho  de seguimiento” por innovaciones incrementales, llevadas a cabo en particular sobre el proceso de fabricación.

La innovación no sabría ser patrimonio sólo del tecnólogo: cada uno puede contribuir  al proceso de emergencia,  de test,  de desarrollo,  y de lanzamiento  de la novedad. Pero el corazón tecnológico de muchas de las innovaciones precisa que el tecnólogo  se implique seriamente.